Vans ya forma parte del cambio, con una línea de productos fabricados con materiales obtenidos de manera responsable, comprometida con un futuro con menos emisiones de carbono mediante la reducción de las emisiones de efecto invernadero, la eliminación de los plásticos de un solo uso y la reinvención del ciclo de vida de sus productos para 2030.
Vans siempre ha estado presente en el mundo de los deportes de acción, ya sea sobre ruedas o en el mar. Esta vez es la generación de jóvenes promesas femeninas quien alza la voz y cuenta su forma de contribuir para hacer de este mundo, un lugar más sustentable.
Estela López tiene 17 años y comenzó el 2023 con un primer lugar en la categoría junior (sub 20) en la primera fecha del Circuito Nacional de Surf, y es parte del Team Vans desde los 12 años, aunque practica este deporte desde que tiene uso de razón. “Mi mamá surfeaba cuando estaba embarazada de mí, así que he estado en el mar toda mi vida. Me metieron a correr olas a la orilla por primera vez a los 11 meses, desde ahí no he parado”, cuenta orgullosa la joven.
La deportista vive junto a su familia en Puertecillo, en la VI región. Sobre su forma de aportar al cuidado del medio ambiente, Estela cuenta que “en nuestra casa casi no generamos basura, ya que los plásticos los metemos dentro de ecoladrillos, tenemos compost, los papeles y cartones los quemamos en nuestra cocina a leña y tratamos de ser conscientes en todo lo que hacemos, por ejemplo, en las cosas que compramos y las cosas que comemos”.
Para Estela es muy importante que una marca se preocupe por el medio ambiente, “porque es algo que nos incumbe a todos, con el tiempo he ido conociendo más sobre el trabajo de Vans, los eventos que hacen y sus inquietudes ambientales”. Por ejemplo, recientemente la marca rediseñó su zapatilla UltraRange VR3 haciendo un uso consciente de los materiales utilizados y de la forma en cómo está construída. Vans a nivel global -y en Chile, por cierto- es una marca que está comprometida con un futuro con menos emisiones de carbono mediante la reducción de las emisiones de efecto invernadero, así como también en ser un actor relevante en la eliminación de los plásticos de un solo uso en sus envases y con la reinvención del ciclo de vida de sus productos para 2030.
Rafaella Montesi tiene 15 años y a finales del año pasado fue invitada a Florianópolis por el campeón mundial Adriano de Souza para entrenar con los mejores jóvenes surfistas del mundo. Ella cuenta que tiene un huerto en su casa para cultivar sus propias verduras y árboles frutales. “También en la Caleta Horcón hay un pequeño punto de reciclaje y ahí vamos a dejar el vidrio, cartones y plásticos, que en casa separamos, como familia, para ayudar con un granito de arena al reciclaje”. Dejó de comprar agua embotellada, e incluso el agua de la lavadora la aprovechan para regar.
Rafa está muy contenta con el giro ecológico que le han dado a una de sus siluetas favoritas, las UltraRange VR3, la que tiene una combinación de materiales sustentables, de origen responsable y también de elementos reciclados, los que se constituyen en al menos el 30% del producto. “Usar zapatillas que yo sepa que no hacen mal al medio ambiente me motiva a seguir usándolas con más orgullo como deportista del mar”.
“Sabiendo que una marca tan entretenida, juvenil y tan potente a nivel mundial en deportes de acción, se encuentre en este camino, incursionando y buscando formas que permitan reducir el consumo de nuestros recursos naturales, me mueve a quererla aún más, y es un incentivo adicional de querer ser parte de este proyecto, ayudando por mi parte a contar esta noticia al mundo, y en especial a todos quienes estamos en permanente contacto con la naturaleza para ayudar a expandir este mensaje”, agrega.
Comprometida con la reducción del impacto en el planeta para las futuras generaciones, Vans está reforzando sus objetivos de sostenibilidad con las nuevas UltraRange VR3, la zapatilla que tiene una combinación de materiales sustentables, de origen responsable y también de elementos reciclados, los que se constituyen en al menos el 30% del producto.
Las jóvenes promesas del surf chileno se encuentran en plena temporada de olas, entrenamiento y competencias, para así seguir creciendo como futuras profesionales de las tablas. Eso sí, sin dejar de pensar en la sustentabilidad y cómo poner un granito de arena en la lucha contra el calentamiento global.
